Alrededor de 500 aficionados estuvieron presentes para un show que terminó durando 90 minutos con sólo 5 combates en la cartelera y con 4 de los 8 luchadores apareciendo dos veces para pelear.
Posteriormente, los funcionarios de TNA trataron de compensar los problemas invitando a todos los aficionados al backstage después del show para conocer a los luchadores de forma gratuita. Sin embargo y por ejemplo, Jeff Hardy cobraba 20 dólares por una foto y los aficionados no pudieron conseguir autógrafos suyos.
Esta acción de la compañía también llevó a las personas que pagaron 65 dólares por entradas VIP a estar molestos, pues los aficionados que habían pagado por entradas normales tuvieron los mismos 'privilegios' que ellos y de forma gratuita.