Al parecer, el luchador no se hizo ningún favor a sí mismo después de quejarse ante algunos de sus compañeros de trabajo sobre su puesto en la compañía. El informe afirma que, en total confianza, Ohno les dijo a algunos de sus compañeros que no podía entender por qué no estaba siendo utilizado a un nivel superior, concretamente en el nivel en que estaban algunos chicos y sobre los cuales él creía que era mejor.
Esos mismos compañeros de trabajo luego de las palabras de Ohno, se dirigieron a la gestión de la WWE y se lo contaron todo, por lo que se puede decir que el luchador selló su propio destino con la empresa.
La compañía ya se estaba cuestionando el futuro de Ohno dentro de la organización debido a su edad y el hecho de que no tenían planes creativos inmediatos o ideas para subirlo al roster principal, por lo que esto fue la guinda del pastel. Además de eso, siempre hubo cierta tensión con él después de que los funcionarios le pidiesen que trabajase más en su físico y él se negara.
Las quejas de Ohno hicieron rápidamente tomar una decisión a los funcionarios de la WWE, quienes optaron por despedirlo. En ese momento, parecía ser la excusa perfecta para rescindirle su contrato.