Lo que circula ahora es que la luchadora había estado muy frustrada desde hace tiempo por una serie de cosas, incluyendo que no se le ofreció un contrato garantizado y que no tenía la oportunidad de probarse a sí misma en la televisión más allá del nivel de NXT. Además, Maxine no creía que pudiese aspirar a mucho más dentro de la compañía y probablemente, con el tiempo, hubiese sido despedida.
Esta es, probablemente, una decisión inteligente por parte de Maxine. Todo el mundo ha perdido mucho interés a lo largo de los años en la división femenina de la WWE y, lamentablemente, esto deja en evidencia una vez más la capacidad de la empresa para desarrollar nuevos personajes femeninos sólidos.
Maxine había estado involucrada recientemente en un triángulo con Johnny Curtis y Derrick Bateman y más allá de su participación en NXT, la ya ex Diva no ha recibido nada importante dentro de la compañía.