Al parecer están acusando a la WWE principalmente de violar la sección 10(b) de la Ley de Bolsa y Valores de los Estados Unidos, entre otras cosas. La demanda intentará buscar alivio en nombre de los demandantes mencionados y todos los demás accionistas en una situación similar.
La queja surge de declaraciones falsas y engañosas en cuanto a la capacidad de la compañía, entre otras cosas, de negociar un lucrativo acuerdo de televisión de larga duración. La demanda alega que algunos de los oficiales de la WWE emitieron declaraciones materialmente falsas y engañosas respecto a la capacidad de la compañía para negociar la renovación del acuerdo de licencia de televisión. En concreto, han acusado a la WWE de emitir declaraciones falsas y engañosas en las presentaciones públicas, comunicados de prensa y llamadas de conferencia en donde dieron a conocer su capacidad de renovar su acuerdo de licencia de televisión con el doble de valor en próximas negociaciones.
Estas declaraciones, al parecer, restaron importancia al hecho de que los anunciantes pagan menos con respecto a otros deportes o shows emitidos en USA Network y el impacto negativo que ha causado todo esto con el lanzamiento del WWE Network. Muchos están considerando que ha sido un engaño en toda regla.
La oficina legal de Robbins Arroyo LLP también está pidiendo ayuda a todas las personas que compraron o adquirieron valores de la WWE, por si quieren servir como demandantes principales.