"Nunca se sabe lo que vas a ver, la cartelera está sujeta a cambios siempre. Hay algunos fans que pudieron haber salido un poco decepcionados, pero creo que a la larga nadie lo va a recordar realmente como algo negativo. Esa noche definitivamente subió la intensidad en la rivalidad entre Seth Rollins y yo. En todo caso, a pesar de que había un montón de locura después de que yo fuese expulsado del edificio, y los aficionados nunca llegaron a ver el combate, pero una cosa con la que me quedo es que al principio de la noche todos querían ver el match. Pero ellos no lo gritaron y nadie se dio cuenta de lo mucho que los fans querían verlo. Cuando se dieron cuenta de que no iba a haber combate, todo el mundo comenzó a cantar: "Que peleen". Entonces, todos se dieron cuenta de lo mucho que querían ver el combate. Personalmente creo que, de esta forma, se arrojó más luz sobre Seth y sobre mí y sobre nuestra rivalidad, que si sólo hubiéramos salido ahí y hubiésemos peleado."