Una posible razón podría ser el hecho de que ha habido cierta tensión entre la gestión de la compañía y Dusty Rhodes, el padre de ambos luchadores. Existe una sensación dentro de la WWE de que Dusty podría haber sido el responsable del descarrilamiento del push de los Rhodes. Todo se debería a un pequeño gesto que le hizo a Stephanie McMahon y que a ella no le gustó nada.
Durante un segmento en televisión el 30 de septiembre de 2013 en Monday Night Raw, Dusty protagonizó una escena junto a sus hijos, Stephanie y Triple H. Dusty se encaró con Triple H y, mientras lo estaba haciendo, puso su mano contra la cara de Stephanie. Al parecer, a ella no le gustó nada ese gesto y de hecho, la hizo cabrear mucho. Desde entonces, se dice que Dusty ha estado en una mala posición con la empresa y ha estado frustrado con su papel.
Sus responsabilidades también han disminuido a medida que que su salud ha empeorado. Dusty perdió mucho peso, porque según se informó recientemente, fue sometido a una cirugía por una doble hernia. Toda esta situación ha sido tan mala para Dusty, que de hecho ha pensado en retirarse definitivamente el próximo año.