Esta promo fue vista sólo por los aficionados que estaban en la arena y fue emitida en la pantalla grande durante los comerciales, justo antes de que diera lugar el segmento en televisión entre Alberto Del Rio y el propio Batista que acabó con una pelea entre ambos.
Ciertamente, fue un movimiento inteligente de los funcionarios, quienes querían asegurarse de que el público le ovacionaba durante su entrada. Simplemente querían evitar a toda costa que el abuchearan, como ya pasó en el pay-per-view de WWE Royal Rumble.