El informe se presentó ante el Departamento del Sheriff del Condado de Santa Fe en Nuevo México por un traficante de artículos deportivos de colección llamado Christopher Elias. Elias afirma que llegó a un acuerdo con Warrior, en el que la leyenda acordó enviarle un montón de mercancía clásica de su colección personal.
Warrior también debía firmar veinte réplicas de títulos y diez carteles de Wrestlemania de la propiedad de Elias.
Elias afirma que pagó mucho dinero a Warrior por los objetos y los autógrafos, pero afirma que el luchador se marchó y nunca le envió nada de lo que había prometido.
Por lo tanto, Elias presentó el informe alegando un fraude y pidiendo al Sheriff de Santa Fe presentar cargos criminales en contra de Warrior. También se compromete a demandar a la leyenda si él no consigue recuperar su dinero y los objetos de interés lo antes posible.